miércoles, 31 de octubre de 2007

Educar es fascinante

Algunas corrientes, denominadas progresistas, animaban ya hace más de 30 años a renunciar a la autoridad. Se vivió entonces un clima de dejadez en el exigir. Actualmente, por contra, se ha puesto en valor el hecho de poder mandar-acompañar-liderar con determinación e ideas claras, evitando pasividades y proteccionismos.

Ahora, a principios de siglo XXI, es el tiempo donde la coherencia y la interpretación sincera del actuar humano son de vital necesidad. Vivir ha de significar una explicación, no una mera opinión o percepción simple de lo que parece ser propio al hombre.

Asimismo, puede ser muy enriquecedor considerar la autoridad, el derecho a recibir un servicio, desde el punto de vista de aquel que obedece o realiza una tarea para los demás. ¡Qué gran valor poder ejercer cualquier profesión honrada, para mejorar personalmente y poder elevar, a todos los niveles, a una sociedad, donde uno esté en cada momento. Y desde ese lugar, poder decir aquello de D. José Ortega Gasset «Yo soy yo y mis circunstancias y si no las salvo a ellas no me salvo yo». Pues sí, realmente todos influimos de alguna manera, sea cual sea nuestro nivel de responsabilidad, influencia o prestigio. Y podemos y debemos aumentar la excelencia de las personas que tenemos al lado, pues son nuestra gran «circunstancia».

En el amplio campo de la educación formal, familiar y no formal, habrá ocasiones en que será imprescindible exigir y dejarse exigir con fortaleza, siempre dentro de un ambiente amable y con espíritu deportivo. Esa fortaleza es muestra de verdadera estima, comprensión y confianza mutuas, entre padres e hijos, entre profesores y alumnos, entre amigos.

Esto no excluye la decisión firme, clara, de hacer y mandar hacer lo que se debe. Pero, en todo caso, los gritos o amenazas encendidas son las más de las veces innecesarias. Si esa actitud violenta menudea al ejercer la autoridad, será una muestra de falta de seguridad y preparación. Se descubre entonces una maravillosa ocasión para mostrarse más serenos, templados y prudentes.

También es verdad que en esos asuntos concretos y tan humanos, las cosas no son tan fáciles y evidentes. Pero hemos de poder fijar unos límites, en los que sí se debe actuar con una energía proporcionada a la necesidad educativa.

Al marcar límites ha de quedar manifiesto qué es lo que no se puede hacer, qué es un error, qué es una conducta inaceptable. Parafraseando a D. Julián Marías, esta limitación negativa es de suma importancia, porque elimina una larga serie de conductas injustificadas, inadmisibles, que hay que rechazar. Podrá quedar cierta vacilación respecto a la licitud o conveniencia de las conductas positivas; pero es muy grande el valor que encierra la evidencia de lo que no se debe ni puede hacer.

Importa mucho enunciar, y vivir y ver vividas, conductas que susciten estimación, adhesión sin reservas. Ellas serán sustento firme, posibilitarán seguir adelante sin vacilación, con la seguridad de que el punto de partida es justo y bien cimentado.

Así, aunque no tuviéramos seguridad ante el porvenir, que normalmente sí la habrá, siempre la tendremos respecto a nuestro punto de partida. Los pies bien en el suelo y con una gran esperanza de felicidad. ¿Quién se apunta?

Emili AvilésPadre de familia numerosa. Profesor especialista en pedagogía terapéutica.Subdirector de Educar es Fácil.
conoZe.com
17.X.2007

martes, 23 de octubre de 2007

La familia, escuela de valores

El niño es como una esponja que absorbe todo lo que se pone junto a su piel. Si a su lado encuentra cariño, será un niño cariñoso. Si a su lado encuentra vinagre, será un niño “avinagrado”. Mucho, muchísimo, depende de lo que le ofrecen quienes son responsables de su educación.

Los primeros encuentros de un niño se realizan en el seno de la familia y, más en concreto, en el contacto frecuente con la madre. La madre es la máxima “comunicadora” con el hijo, incluso desde el periodo embrionario, donde el contacto entre ella y el feto es de una riqueza enorme.

Existen estudios que muestran cómo el afecto materno en el periodo de la gestación puede llegar a influir en la vida de quien marcha hacia el esperado nacimiento. Además, desde el momento en el que el feto desarrolla el sentido auditivo, es capaz de escuchar la voz de su madre, y se habitúa al ritmo del latido del corazón, que es, quizá, el origen de nuestro entusiasmo ante los pasodobles y músicas interpretadas según el compás binario...

Ya en la gestación

Después del parto, la madre sigue ocupando un papel privilegiado. En muchos pueblos todavía la lactancia se prolonga durante varios meses, e implica un encuentro cara a cara entre ese par de ojos que es un niño de pocos kilos, y la mirada tierna y amorosa, llena de afecto y de esperanza, de quien le dio a luz.

Desde el nacimiento y con el pasar del tiempo los contactos se van abriendo a más personas. En primer lugar, al padre, que comparte con la madre las fatigas y sobresaltos de las primeras semanas (y meses) y que besa y ama a quien es su hijo e hijo de su esposa. Luego, a los hermanos, los abuelos, los tíos y primos... Los lazos familiares van marcando las primeras experiencias y relaciones de quien entra en el mundo adulto lleno de ilusión y con un gran espíritu de “absorción”.

Los contactos iniciales marcan profundamente la vida del hijo y lo introducen en el mundo de los valores. La generosidad se aprende en el continuo constatar la disponibilidad del pecho de mamá para las horas (más inverosímiles) de comida o cena. La alegría se aprende de las sonrisas que aquí y allá van dibujándose en los rostros de quienes se acercan a la creatura y contemplan sus ojitos sorprendidos y curiosos. La justicia entra en la conciencia del niño cuando “descubre” cómo el padre y la madre se reparten las tareas de la casa, y cómo se mantienen firmes ante una indicación o mandato que no cambia por más sonoro que sea el llanto del hijo (cuando ese llanto obedece sólo al capricho y no a una auténtica necesidad personal); o cuando ve una coherencia entre lo que dicen sus padres (“es malo ver este programa de televisión”, “si fumas te arruinas los pulmones”) y lo que hacen.

En las primeras etapas

El desarrollo de la propia vida ética depende también de otros factores, y se va configurando a lo largo de los años de la infancia, niñez, adolescencia, primera (y segunda) juventud, e incluso en la misma edad adulta. Pero lo que se ha sembrado dentro del hogar resulta ser de un valor extraordinario, muchas veces decisivo para el resto de la vida.

Por eso una familia que quiera un hijo feliz, un hombre maduro, debe prestar atención a esas primeras etapas, debe tomar conciencia del milagro maravilloso que se opera ante sus ojos: el ingreso en el mundo de los valores de un ser que mañana podrá ayudar, quiéralo Dios, a otros nuevos hombres y mujeres a ser felices como lo fue él gracias a unos padres que se amaban y que leamaban.

Fernando
Pascual
andalucialiberal.com

domingo, 14 de octubre de 2007

Encuentros para Matrimonios

DENOMINACIÓN HABITUAL: Diálogos

FUNDACIÓN: 1978

HISTORIA: Los Diálogos nacieron en Polonia por iniciativa de los esposos Irena y Jerzy Grzybowscy en colaboración con Stanislaw Boguszewski, un polaco residente en Canadá que les dio a conocer la realidad del Encuentro Matrimonial Mundial (ver WWME) y colaboró en la organización de un encuentro que, de forma experimental, se tuvo en Laski (Varsovia) en 1977. La primera comunidad del movimientos se constituyó con el segundo encuentro, organizado en Pewel, cerca de Zywiec, en enero de 1978. Los años siguientes vieron la difusión de la experiencia, adaptada a las condiciones locales, en distintos países de Europa centro-oriental. En 1996 el entonces Delegado de la Conferencia Episcopal Polaca para los movimientos católicos, monseñor Mieczyslaw Cislo, aprobó los primeros estatutos del movimiento. El 15 de agosto de 2004 el Consejo Pontificio para los Laicos decretó el reconocimiento de los Encounters of Married Couples como asociación internacional de fieles de derecho pontificio.

IDENTIDAD: Los Diálogos se proponen reavivar la unidad entre los esposos y su relación con Dios, por un lado, mostrando que la gracia del sacramento no se agota en el acto de su celebración sino que acompaña a los cónyuges durante toda la vida y, por otra, actuando para la constante edificación de la familia como Iglesia doméstica. La actividad del movimiento asume la forma de los llamados "retiros de base", guiados por tres matrimonios y un sacerdote. Durante los retiros, que duran tres días, los cónyuges son animados a replantearse el diálogo entre ellos, sobre la base de la enseñanza de la Iglesia que subraya la dimensión de la familia como comunidad de personas animada por el amor mutuo. La participación en los retiros, abiertos a matrimonios de todas las edades, con frecuencia sana situaciones críticas y ayuda a muchos a empezar o a volver al camino de la fe. Además de matrimonios, el movimiento organiza retiros para divorciados, para matrimonios en espera de adoptar niños, para novios. Programas especiales se elaboran para sacerdotes, consagrados y seminaristas. La formación de los matrimonios líderes, con una específica vocación de actuar en este ámbito en colaboración con los sacerdotes y expertos en psicología de la comunicación interpersonal, se funda en el estudio del magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia.

ESTRUCTURA: El movimiento está estructurado en centros diocesanos, formados por un mínimo de tres animadores casados y un sacerdote, cada uno de ellos guiado por un Consejo directivo. El conjunto de los centros diocesanos de un país constituye el Centro nacional, guiado por un Consejo directivo nacional. Los matrimonios líderes de todos los países se reúnen cada dos años para un tiempo de oración, de puesta al día y de intercambio de experiencias. A nivel internacional, los Diálogos están guiados por un Consejo directivo internacional, símbolo de la unidad del movimiento, cuyos miembros son elegidos con ocasión de los encuentros internacionales de los líderes de comunidad, que se celebra cada dos años. La composición de los Consejos directivos -constituidos por 6/8 personas entre las cuales el Presidente, el Vicepresidente y el Tesorero- es idéntica a todos los niveles.

DIFUSIÓN: El movimiento está presente en 7 países de Europa centro-oriental

SEDE CENTRAL:
Encounters of Married Couplesc/o Irena i Jerzy GrzybowscyUl. Meander 23 m. 22 - 02-791 Warszawa (Polonia)Tel. [+48]22.6496614E-mail: spotkmal@qdnet.pl

viernes, 5 de octubre de 2007

Familia y escuela: Constructoras de libertad

Sabemos que familia y escuela son básicas para educar buenos ciudadanos. ¿No os parece que estamos en un tiempo estupendo, para reconocer lo crucial de una participación activa de los padres en la escuela? Además de remarcar la importancia del ideario de cada centro, sea público o privado, como sello de calidad y transparencia. Así, en real sintonía, se pueden realizar proyectos comunes, esfuerzos compartidos, estrategias eficaces para el desarrollo integral de niños y jóvenes. Como dice un buen amigo, los padres mejoramos con los hijos.

En lo que respecta a Educación para la Ciudadanía, algunos padres delegarán tranquilos pues el libro de texto que han conseguido en su colegio es muy «adecuado». Otros, tal vez estén aún más tranquilos, pues quizás el mismo colegio ha coordinado la programación de esta materia de tal forma que la puedan impartir algunos padres y madres de familia de ese mismo colegio, capacitados para ello. Pero, desgraciadamente, eso no va a ser lo habitual.

Es por ello, que ahora parece que entendemos, aún mejor, y es de agradecer, la postura de muchos padres que ceden pero no conceden, aunque se les asegure para sus hijos una Educación para la Ciudadanía filtrada en sus contenidos más ideológicos. Es claro que no buscaríamos la verdadera libertad si no defendiésemos también la de los demás. Padres y profesores también podremos ser en esto buen ejemplo de ciudadanía. Cada uno verá si la objeción de conciencia puede ser el mejor medio para defender unas convicciones morales propias, que no sean obligadas ni limitadas por nadie.

Una postura sensata y constructiva sería reconocer y afianzar, al menos, dos puntos de encuentro entre las diversas tendencias político-educativas, para acercar posturas enfrentadas. ¿A ver qué os parecen? Estos puntos son: La tutoría y los contenidos de actitudes valores y normas que ya se trabajan en los centros educativos.

Está comprobado que la tutoría es un medio estupendo para la mejora personal de niños y jóvenes. Tiene mucho que ver con lo académico y con las virtudes y valores que se pueden transmitir en los centros educativos, por delegación de los padres. Es de gran eficacia para educar buenos ciudadanos.

El otro tema en común es que en los centros educativos, públicos y privados, ya se estructuran y proponen objetivos curriculares de formación en actitudes, valores y normas. Se trabajan de manera transversal y también en temas concretos desarrollados en las diferentes asignaturas. Además, los conceptos más destacados se comentan en asambleas de curso, en reuniones con padres de alumnos y se siguen, individualmente, en las tutorías.

Considero que en los procedimientos-actividades para trabajar estos riquísimos contenidos —habilidades sociales, inteligencia emocional, afectividad, principios de solidaridad, democracia e igualdad, civismo, cuidado de la naturaleza, educación vial y de consumo, etc., etc.- hemos de avanzar muchísimo todavía.

Por supuesto, tener más medios humanos, materiales y de tiempo para la atención personalizada a los alumnos, facilitaría en gran manera el salto de calidad que se necesita.

Esta readaptación en ejes transversales de contenidos, podría ayudar a centrar el tema de la educación en valores, tanto a la administración educativa, como a los centros, a los padres y a los profesores y alumnos. Tendríamos en las manos un ilusionante objetivo común, que seguro estimularía a unir fuerzas y evitaría contenidos impropios para nadie.

Esos conceptos y sus procedimientos-actividades, serán más o menos adoctrinadores según el ideario del centro escolar y del profesor en concreto. Pero, no por ello dejan de colisionar con el derecho prioritario de los padres a la formación moral de sus hijos.

Por eso, quiero decir que en Educación para la Ciudadanía urge reclamar unos contenidos diferentes, que se ciñan a la Constitución y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero que no entren en valoraciones morales.

Sea como sea, evitemos prejuicios. No es un enfrentamiento entre Religión y Ética civil. Es, ante todo, querer posicionarse a favor de la libertad de pensamiento, defenderse ante la invasión de unos derechos fundamentales protegidos expresamente en nuestra Carta Magna.

Incluso aunque fuera opcional, esta Educación para la Ciudadanía pone todo el peso y la preferencia del poder a favor de una concreta opción moral y antropológica. Si la aceptasen así los gobernantes y los poderes públicos en general, quienesquiera que fueran en cada momento histórico, renunciarían a su misión de garantizadores de la libertad ideológica de todos los ciudadanos. Y los padres y madres de familia cederíamos en nuestro derecho-obligación de ser parte principalísima en la educación de nuestros hijos.

Como es seguro que esto último no ocurrirá e imperará la sensatez, las aguas podrán volver a su cauce. Así, dedicaremos todos más energías para educar buenos ciudadanos, ayudando y dejándonos ayudar.

Emili Avilés. Padre de familia numerosa. Profesor especialista en pedagogía terapéutica.
Subdirector de Educar es Fácil.
conoZe.com
18.IX.2007