lunes, 26 de marzo de 2007

La difícil tarea de educar

Cada niño o niña es un ser humano único, original e irrepetible. Su futura personalidad será el producto de la cultura y el ambiente emocional en la que se desenvuelva, irá creando una conducta en función de las relaciones que los adultos tengan con sus comportamientos y de las diferentes experiencias que vaya acumulando.

Por todo ello, debemos pararnos a pensar, en cómo queremos que sean nuestros niños. En ocasiones pensamos que como son muy pequeños no se dan cuenta de las cosas… y en realidad los que no nos damos cuenta de las cosas somos nosotros con respecto a ellos.

Me he propuesto escribir este artículo como herramienta que ayude a los padres en la tarea educativa. Hay ciertas pautas que estaría bien que consideráramos para hacer más llevadera esta tarea. He aquí una serie de aspectos a tener en cuenta:

*Que tenga siempre las mismas rutinas, ya que esto les proporciona seguridad.

*A la hora de hablar a un niño es más efectivo mirarles a los ojos y hablarle con calma; los mensajes han de ser cortos y claros.

*A nosotros como adultos nos gusta que nos respeten, pues bien, a los niños también, y respetar significa: no avasallar ni abusar de la autoridad, escuchar, no mentir, dar opciones, explicar las cosas, hablar afectuosamente, tenerles en cuenta.

*Antes de castigar piénsatelo bien porque no te podrás volver atrás y avísale cúal será la consecuencia de su acto.

*Si te enfadas y no puedes controlar tu enfado tomate unos segundos para relajarte y respirar.

*Ignora toda conducta que te parezca inapropiada. El niño necesita un tiempo para ayudarle a reflexionar, tras este tiempo de reflexión de los dos, exprésale tu enfado de forma clara pero breve, demuéstrale que estás tranquila, explícale con calma que no atenderás sus exigencias, no menciones el comportamiento negativo que deseas eliminar.

Uno de los aspectos más importantes de la educación para hacer que un niño sea feliz es la autoestima y para ello nosotros como tutores debemos fomentarla. Tenemos que hacerle sentir importante, especial. Decirle lo que le queremos, resaltar sus cualidades, reforzar cualquier intento por conseguir algo, alabar sus logros (por pequeños que sean).Animarle a resolver sus problemas.

No está de más que utilicemos un poquito la empatía con nuestros pequeños, es importante que le expresemos que sabemos cómo se siente.

Piensa que para pedir hay que dar, que quizás antes que ordenar hay que proponer. Resalta lo bueno y no des demasiada importancia a lo malo. Tú eres en el espejo en el que se va a mirar.

Debemos procurar entre todos una educación en positivo, los niños y niñas están demasiado acostumbrados a escuchar el NO continuamente. ¡¡Os propongo que lo intentéis con vuestros hijos!!


Pilar Arévalo Moreno
ESCUELA DE FAMILIA